En 2022, la población potencial para un SNC asciende a 18.8 millones de personas y se conforma por primera infancia, personas con discapacidad y adultos mayores dependientes. Actualmente, las mujeres dedican 11.3 horas más que los hombres en cuidar sin remuneración a algún miembro del hogar. La presencia de una persona potencial de requerir cuidados aumenta el tiempo de cuidados en 18 horas para ellas y 3.4 horas para ellos. En contraste, el presupuesto para cuidados es de 0.48% el gasto neto total, lo cual no es suficiente para garantizar el derecho a un cuidado digno y para redistribuir las labores de cuidados. Un SNC coordinado beneficiaria a la población que requiere cuidados y abonaría a la redistribución de las labores de cuidado.

1 Población potencial de requerir cuidados

Todos requerimos del cuidado a lo largo de la vida. Sin embargo, la primera infancia, las personas con alguna discapacidad, las personas adultas mayores y/o con alguna falta de autonomía requieren de cuidados más intensivos, mayor tiempo y trabajo para satisfacerlos.

Esta investigación tiene por objetivo identificar a la población potencial de un SNC y analizar el aumento en el tiempo de trabajo de cuidados en los hogares en los que viven las personas potenciales de requerirlos utilizando la ENIGH 2022.

En primer lugar, se describe a la población potencial para un SNC y su nivel de ingresos. Posteriormente, se analiza el tiempo de cuidados que se realiza en los hogares y se muestra el incremento en horas de cuidados en hogares donde vive una persona potencial de requerir cuidados. Después se presenta el gasto público para cuidados y finalmente, se presentan implicaciones de política pública.

1.1 ¿Quiénes requieren cuidados?

En México, la población que requiere más intensivamente cuidados se distribuye de la siguiente forma:

Primera Infancia: Durante los primeros años de vida se establecen las bases para la salud, el aprendizaje y el bienestar a lo largo de la vida (UNICEF 2019). Un SNC abonaría al desarrollo de las infancias y a disminuir factores de riesgo a los que se enfrentan como desnutrición temprana.

En México, la ENIGH 2022, contabiliza 10.1 millones de niñas y niños menores de 6 años, de ellos, 176 mil cuentan con alguna discapacidad. Asimismo, la población en primera infancia disminuyó 14% con respecto a 2018.

Personas con discapacidad temporal o permanente: El grupo de personas con alguna discapacidad es muy diverso, ya que estas personas pueden pertenecer a cualquier grupo etario.

En 2022, hay 5.0 millones de personas que tienen alguna discapacidad, abarcando discapacidades para caminar, ver, moverse, aprender, oír y hablar. Esta cifra refleja una disminución del 2.3% en comparación con 2018.

Adultos Mayores Dependientes: Así como ocurre con la población con discapacidad, las personas adultas mayores también presentan una amplia diversidad. Aunque se establece que una persona es adulta mayor a partir de los 65 años, la autonomía varía ampliamente a dicha edad. En 2022, hay 12.6 millones de personas mayores de 65 años, entre ellos, 3.8 millones experimentan algún nivel de limitación en sus actividades. Este número de adultos mayores ha aumentado un 22% comparado con 2018, mientras que los adultos mayores dependientes han disminuido en un 5%[1]. Considerando primera infancia, personas con discapacidad y a los adultos mayores con alguna dependencia, la población potencial de requerir cuidados en 2022 asciende a 18.8 millones de personas, 9.5% menos que en 2018 (Cuadro 1). Esto principalmente por una caída en la población de niñas y niños menores de 6 años

1.2 Población potencial de requerir cuidados en los niveles bajos de ingresos

La población potencial de requerir cuidados se concentra en los deciles de ingresos más bajos. El 41.3% de la primera infancia, el 28.1% de las personas con alguna discapacidad y el 19% de los adultos mayores con dependencia se encuentran en los dos deciles más bajos de ingresos.

Además, el porcentaje de niñas y niños menores de 6 años en los primeros dos deciles de ingresos incrementó 11% mientras que el número de mayores dependientes en los deciles más bajos de ingresos disminuyó 18% respecto a 2018. Un mayor gasto público en cuidados resultaría progresivo y protegería a la población más vulnerable.

2 Tiempo de cuidados en los hogares

El trabajo de cuidados es asumido de manera desigual entre mujeres y hombres y según niveles de ingreso. En promedio, las mujeres dedican 11.3 horas más que los hombres en cuidar sin remuneración a un miembro del hogar.

Las mujeres destinan en promedio 26.8 horas a la semana al cuidado de alguna persona; esto es 1.7 veces más de lo que destinan los hombres a la misma tarea.

En los hogares con ingresos más bajos, las labores de cuidado son más desiguales. Las mujeres en el segundo y tercer decil dedican más tiempo al cuidado en comparación con las del decil diez, que dedican casi dos horas menos a la semana que las del decil uno (Figura 2). Esto se puede deber a que en las mujeres de mayores ingresos pueden contratar a un tercero, generalmente a otras mujeres de ingresos más bajos, para llevar a cabo las tareas de cuidado en sus hogares.

En contraste, se observa una mayor corresponsabilidad en la participación en labores de cuidado de los hombres en los deciles más altos de ingresos.

2.1 ¿En qué hogares se dedican más horas de cuidados?

En los hogares con una persona potencial de requerir cuidados, se registra un incremento de 14 horas en las labores de cuidado no remuneradas. De este aumento, el 83% recae en las mujeres del hogar. Además, el tiempo de cuidados en los hogares se incrementa en los hogares en los que hay más de una persona que requiere cuidados (Figura 3).

Dentro de la población potencial de requerir cuidados, el grupo que demanda la mayor cantidad de horas de cuidados es la primera infancia. La presencia de un menor de 6 años incrementa el tiempo de cuidados en el hogar en 18 horas para las mujeres y en 3.8 horas para los hombres (Figura 4).

Asimismo, la presencia de un adulto mayor dependiente o de una persona con discapacidad en el hogar resulta en un aumento de 14 horas y 5 horas, respectivamente, en las labores de cuidado. Destaca que esta carga de cuidado se intensifica cuando hay más de un dependiente en el hogar.

3 Gasto público en programas de cuidados

México aún carece de un SNC que pueda ofrecer una atención integral a la población que requiere cuidados. En 2020, se presentó una propuesta de reforma para un SNC, la cual fue aprobada por la cámara de diputados, sin embargo, hasta el momento dicha propuesta no ha avanzado en el proceso legislativo (Senado de la República 2021).

No obstante, existen una serie de PPs cuyo objetivo y población objetivo se dirigen hacia brindar cuidados. El presupuesto para cuidado en 2023 incluye 13 programas presupuestarios dirigidos a 6 grupos de población [1]: Primera infancia, hasta niñez, hasta adolescencia, mujeres e hijos, personas con discapacidad y adultos mayores.

Este presupuesto asciende a 39 mil 647 mdp, es decir 0.48% del gasto neto total y ha disminuido 24% real con respecto a lo ejercido en 2018 (Figura 5). Actualmente, la mayor parte del presupuesto para cuidados es para personas con acceso a seguridad social.

El 57% del presupuesto para cuidados se dirige a la primera infancia, este presupuesto se conforma principalmente por Centros de Atención Integral (CAI) del IMSS y el ISSSTE, lo cual deja marginado a la población que no cuenta con seguridad sin social.

El 27% del presupuesto para cuidados se destina para niñez; el PPs FAM Asistencia Social encargado de brindar desayunos escolares para educación básica, en 2023, presentó una disminución de 4% real respecto a lo ejercido en 2022.

Cabe destacar que el presupuesto para personas con discapacidad y personas adultos mayores no alcanza a representar ni el 1% del presupuesto para cuidados respectivamente. En este presupuesto no se incluyen las pensiones ya sean contributivas o no contributivas, dado que las transferencias no garantizan que los recursos se destinen al cuidado de los adultos mayores.

4 Implicaciones de política pública

La ausencia de un SNC integral provoca que las actividades de cuidados recaigan inequitativamente en las mujeres del hogar. En los hogares con una persona potencial de requerir cuidados, se registra un incremento de 14 horas en las labores de cuidado no remuneradas. De este aumento, el 83% recae en las mujeres.

La población potencial de requerir cuidados es vulnerable y se concentran en los deciles más bajos de ingresos. De 2018 a 2022, la población de adultos mayores en los primeros dos deciles de ingresos disminuyo en 18%, mientras que la primera infancia en estos deciles aumentó 11%. Un SNC protegería a la población más vulnerable, podría garantizarles que reciban educación, salud y que se cumpla su derecho al cuidado. Asimismo, permitiría liberar de tiempo y respetar los derechos de sus cuidadores.

Frente al paquete económico 2024

A pesar de que la pandemia suscitó discusiones sobre la necesidad de un SNC y de la aprobación de una propuesta de reforma para este en la cámara de diputados; esto, aún no se refleja en el presupuesto. El próximo 8 de septiembre se entregará el paquete económico 2024, se espera que la información y los análisis que se derivan de la ENIGH se vean reflejadas en las decisiones presupuestarias.

Implementar un SNC integral y coordinado beneficiaría a la población más vulnerable, garantizaría el desarrollo integral de las futuras generaciones, abonaría a reducir las altas cargas de cuidados que son asumidas en su mayoría por mujeres y contribuiría a cerrar los ciclos de pobreza.

[1] Basado en la metodología de (CIEP 2021, 2023)

[1] Este cambio se puede deber a un cambio en la metodología de la ENIGH para identificar a la población con discapacidad