Para 2024, el 9.3% del presupuesto público para educación se destinaría a becas. Estos recursos aumentarían 14.8% respecto a 2023, debido al incremento de 13 mil 271 millones de pesos (mdp) en el Programa de becas de Educación Básica (EB) para el Bienestar Benito Juárez. Dos de cada 10 estudiantes de educación pública son beneficiarios de becas. Sin embargo, la cobertura de becas educativas es limitada y diferenciada por grupos etarios y nivel de ingresos. La cobertura para las y los adolescentes, es 3.8 veces la cobertura para las infancias (3 a 5 años), las cuales presentan una mayor incidencia de la pobreza y la menor cobertura escolar. Las becas educativas tienen un efecto sobre la incorporación y permanencia en el sistema escolar cuando se dirigen a estudiantes de menores ingresos. Aunado a ello, es necesario que se acompañen de políticas de educación remedial, estrategias pedagógicas, infraestructura educativa y formación docente, para garantizar una educación de calidad a lo largo de toda la vida.

1 Contexto educativo

El derecho a la educación contribuye al desarrollo humano integral y a la transformación de la sociedad (Congreso de la Unión 2019). Por lo tanto, corresponde al Estado ofrecer a todas las personas las mismas oportunidades de aprendizaje, acceso, permanencia y egreso oportuno del Sistema Educativo Nacional (SEN). En 2023, el 63.2% de la población de 0 a 23 años se encontraban estudiando, esto fue 32.7 millones de niños, niñas y jóvenes. El 86.2% estudió en escuelas públicas y 13.7% en privadas.

La población en edad escolar presenta mayor incidencia de pobreza que la población total, y en particular, la primera infancia. En 2022, 43.4% de la población en edad escolar vivieron en pobreza, esto es 7.1 puntos porcentuales más que la población total. En este contexto, las becas educativas son una valiosa herramienta que tienen los gobiernos para mitigar las vulnerabilidades y los riesgos a los que está expuesto este grupo (UNICEF 2022).

Las becas educativas son un apoyo económico que se entrega a las y los estudiantes o a sus familias para facilitarles el acceso a la educación e impulsarlos a alcanzar su máximo potencial. El objetivo de esta investigación es analizar el presupuesto de las becas educativas y los beneficiarios de estas por grupos etarios y nivel de ingresos.

2 Presupuesto para becas

Para 2024, el presupuesto para becas educativas alcanzaría 102 mil 958 mdp, equivalente al 9.3% del presupuesto público para educación (Cuadro 1). Este monto se conforma por cuatro Programas Presupuestarios (PPs):

• Beca Universal para estudiantes de Educación Media Superior (EMS) Benito Juárez
• Jóvenes Escribiendo el Futuro
• Programa de Becas Elisa Acuña
• Programas de becas EB para el bienestar Benito Juárez

En particular, para este año, el presupuesto del Programa de becas de EB para el Bienestar Benito Juárez aumentaría en 13 mil 271 mdp respecto a 2023. Este aumento se derivó de las adecuaciones presupuestales de la Cámara de Diputados.

De 2018 a 2024, el presupuesto para becas se duplicó, al pasar de 53 mil 510 mdp a 102 mil 958 mdp. Este aumento corresponde al cambio en el esquema de asignación, ya que a partir de 2019, el Gobierno Federal optó por becas universales, es decir, amplió la cantidad de hogares que reciben estos apoyos, ya no solo son los que se clasifican con carencias económicas, como sucedía con PROSPERA Programa de Inclusión Social.

3 Beneficiarios de las becas

Este aumento en los recursos para becas educativas se ha reflejado en un aumento en la población beneficiaria. De 2018 a 2022, la población estudiantil de escuelas públicas beneficiaria de una beca educativa incrementó en un millón 31 mil 187 estudiantes, al pasar de 6.46 millones a 7.49 millones de estudiantes.

Aunque la población beneficiaria de becas educativas ha aumentado, su cobertura es limitada y diferenciada por grupos etarios y nivel de ingresos. La cobertura de becas para las y los adolescentes, es 3.8 veces la cobertura para la población de primera infancia (3 a 5 años). En particular, la infancia es el grupo que menos se beneficia de las becas y el de menor asistencia escolar: solamente 66.6% de la población de 3 a 5 años asisten a la escuela. Para estas infancias, la pobreza adquiere un carácter acumulativo, generando una mayor probabilidad de continuar y experimentar pobreza en la adultez. Además, vivir la pobreza en la niñez puede tener efectos irreversibles (CEPAL; UNICEF 2017).

3.1 Edades y deciles de ingreso

Infancia (3 a 5 años):

De 2018 a 2022, las infancias beneficiarias de una beca se triplicaron, al pasar de 132 mil 891 a 395 mil 520. En 2022, 48.4 % de las infancias padecieron pobreza y el 10.1 % de ellas recibió una beca en el preescolar. La entrega de becas educativas para este grupo de edad ha sido progresivo pero limitado. El 13.9 % del decil I recibió una beca contra 1.6 % del decil X (Figura 1)

Niñez (6 a 12 años):

De 2018 a 2022, mil 613 niñas y niños dejaron de recibir una beca. En 2022, 46.9 % de la niñez padeció pobreza y 21.8 % de la población recibió una beca. La entrega de estas para niñas y niños de 6 a 12 años también ha sido progresivo; sin embargo, de 2018 a 2022, su cobertura disminuyó en 8.8 y 2.9 puntos porcentuales para el decil I y II, respectivamente. El 33.2 % del decil I recibió una beca contra 7.2 % del decil X (Figura 1).

Adolescencia (13 a 17 años):

De 2018 a 2022, las y los adolescentes becados incrementaron en 681 mil 293, al pasar de 2.54 millones a 3.22 millones, la universalización de los apoyos benefició a adolescentes de mayores ingresos, ya que los acreedores de una beca del decil VIII al X se triplicaron; en contraste, 134 mil 435 adolescentes del decil I dejaron de recibirla. En 2022, 42.2 % de la población adolescente padeció pobreza y 38.3 % recibió una beca. Aunque es el grupo de edad con mayores becarios, estas no se concentran en los primeros deciles de ingreso. El 43.5 % del decil I recibió una beca contra 40.3 % del decil X (Figura 1).

Juventud (18 años y más):

De 2018 a 2022, la población educativa de 18 años y más incrementó en 88 mil 878, al pasar de 689 mil 809 a 778 mil 687. En 2022, 32.5 % de esta población padeció pobreza y 16.8 % recibió una beca. El 22.8 % del decil I recibió una beca contra 18.2 % del decil X (Figura 1). Los becarios del decil X disminuyeron en 36 mil 523 respecto a 2018.

4 Implicaciones de política pública

En el país, la población en edad escolar (0 a 23 años) presenta mayor incidencia de pobreza que la población total. Las becas permiten ayudar financieramente a las personas para que puedan seguir sus estudios o concentrarse en ellos cuando estas se dirigen a estudiantes de menores ingresos.

La universalización de becas educativas en el país ha beneficiado a las y los adolescentes de mayores ingresos, además, de que su cobertura es limitada para las infancias, las cuales presentan una mayor incidencia de pobreza y la cobertura educativa más baja.

Actualmente, la evidencia sugiere que una política de Prestaciones Universales (transferencias regulares incondicionales de efecto dirigidas a las niñas, niños y jóvenes por al menos 10 años) podría tener un efecto en la reducción de la pobreza y cerrar la brecha en la cobertura de los sistemas de protección social existente, así como garantizar el acceso y permanencia en el sistema educativo (UNICEF 2022). Si bien, en el país ha aumentado la población estudiantil con alguna beca educativa, su cobertura continúa siendo baja y su asignación requiere que se aborde la progresividad por decil de ingresos y por grupos de edad.

Además, es necesario que esta política se acompañe de una mejora en la calidad de la enseñanza mediante educación remedial, estrategias pedagógicas, infraestructura educativa y formación docente. Por lo tanto, el sistema educativo requiere contar con los recursos suficientes y de su uso eficiente.