El gasto público en educación en México, para el año 2013, beneficia en mayor medida a la población de menores recursos. Sin embargo, este beneficio se da, en su mayoría, en educación básica. Como resultado, el subsidio otorgado por el estado a través de la educación pública de nivel superior y posgrado, beneficia más a la población de mayores recursos.
El objetivo de este boletín es mostrar la distribución del gasto público en educación para el año 2013, por nivel educativo y decil de ingreso. Los resultados fueron calculados utilizando el módulo de gasto en educación que forma parte del simulador fiscal desarrollado por CIEP.
1. Composición del gasto en educación.
De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el ejercicio fiscal 2013, las subfunciones educación básica, media superior, superior y posgrado, cuentan con un presupuesto de 527,288.5 millones de pesos (mdp). Esto representa 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), 13.3 por ciento del gasto público total, 24.6 por ciento del gasto en desarrollo social y 93.8 por ciento de la función educación. Este monto se encuentra distribuido en un 67.0 por ciento en educación básica, 13.4 por ciento en educación media superior, 18.7 por ciento en superior y 0.9 por ciento en posgrado. Esta asignación es similar a la estructura de la matrícula en educación pública, pues educación básica concentra el 76.9 por ciento de la matrícula, seguida de educación media superior con 13.6 por ciento, educación superior y posgrado con 9.0 y 0.5 por ciento, respectivamente. La diferencia se da en educación media superior y superior, ya que, mientras la primera tiene más alumnos que la segunda, está última cuenta con un mayor presupuesto (Ver Gráfica).
La combinación del gasto y matrícula por nivel educativo da como resultado un escenario diferente al anterior, ya que es dos veces más caro subsidiar a un estudiante de posgrado o nivel superior, que a uno de educación básica o media superior. El gasto público por alumno en educación básica es de 15,127.5 pesos, en educación media superior es de 17,095.8 pesos, en superior 36,054.0 pesos, y en posgrado 31,885.2 pesos (Ver Gráfica). Este resultado es producto de la cantidad de alumnos que se atiende en cada nivel y de las necesidades que tiene cada tipo de educación.
2. Resultados: Incidencia del gasto en educación.
Los resultados de la distribución del gasto público en educación muestran que, en educación básica la incidencia es mayor en los primeros deciles (los más pobres), en educación media superior se concentra en los deciles de en medio (clase media), y en educación superior y posgrado los más beneficiados son los pertenecientes a los últimos deciles (los más ricos). Este panorama plantea un escenario de desigualdad en el gasto público entre los diferentes niveles educativos. Si bien es cierto que la incidencia en educación básica es mayor entre la población vulnerable, ésta no logra beneficiarse del subsidio que se otorga a través de la educación superior y posgrado. Incluso en nivel medio superior, cuyos beneficiaros son la clase media, los más pobres (deciles I y II) presentan una participación menor que la de los más ricos (deciles IX y X) (Ver Tabla).
Un ejercicio similar que permite identificar a los beneficiarios de este servicio público, son los perfiles por sexo y edad. Estos muestran la cantidad de beneficiarios del gasto público en educación por nivel educativo, respecto del total de la población de determinado sexo y edad. Los resultados indican que casi el total de la población se beneficia de la educación básica, pues tanto hombres como mujeres a los 10 años de edad presentan una participación del 91.9 y 91.6 por ciento, respectivamente. A los 15 años de edad se observa un rezago por parte de los hombres, pues el 28.6 por ciento de ellos sigue en educación básica, contra un 19.0 por ciento de las mujeres. Esta situación tiene efecto en la educación media superior, en donde el 49.7 por ciento de las mujeres de esta edad se benefician de este nivel educativo, contra el 39.2 por ciento de los hombres en la misma edad. El mismo escenario se observa a la edad de 20 años, cuando los hombres están rezagados ahora en educación media (4.9% vs 3.1%) y las mujeres se benefician más de la educación superior (20.9% vs 19.7%). Finalmente, a los 25 años de edad la participación en la educación superior es mayor en hombres (6.7%) que en mujeres (2.5%), no así en posgrado en donde, las mujeres beneficiarias representan el 0.35 por ciento, mientras que los hombres cero por ciento (Ver Gráfica).
3. El simulador.
El simulador del gasto público en educación permite al usuario modificar el costo unitario de cada tipo de educación, es decir, se puede decidir cuál será el gasto público por alumno para cada nivel educativo. Como resultado, el simulador desplegará el total del gasto necesario, una tabla con la incidencia por nivel educativo y decil de ingresos de los hogares, y una gráfica con la cantidad de beneficiarios del gasto público en educación por nivel, sexo y edad.
Para calcular las estimaciones, el simulador utiliza el costo unitario proporcionado por el usuario, que en el escenario base es el gasto público por alumno y por nivel educativo del año 2013. Para obtener dicho gasto, se utilizó la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2010, con la que se obtuvo la participación en educación pública por nivel educativo de la población. Además, se usaron las proyecciones de población del Consejo Nacional de Población (CONAPO), para actualizar la participación en la educación pública y para realizar las estimaciones de años futuros. Finalmente, el gasto público total por tipo de educación se obtuvo del Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2013 a partir de la función educación y de las subfunciones educación básica, media superior, superior y posgrado.
4. Comentarios finales.
El uso del módulo de gasto en educación del simulador fiscal del CIEP, permite calcular la incidencia por ingresos del gasto público por nivel educativo, así como los perfiles de sexo y edad de los beneficiarios de este subsidio. Esto, en base al gasto por estudiante y por nivel educativo que el usuario desee estimar. El objetivo, es conocer el impacto distributivo que tiene el gasto público en educación, así como sus efectos en las finanzas públicas del país.
Los resultados del análisis utilizando el statu quo (PEF 2013), indican una concentración de beneficiarios de educación básica en los deciles más bajos (la población con menores ingresos), en educación media superior en los deciles de en medio (la población de ingresos medios), y en educación superior y posgrado en los últimos deciles (la población de mayores ingresos). Debido a la composición demográfica del país, y al tamaño de cada nivel educativo, la distribución del gasto público en educación es mayor en nivel básico, por lo que la población con más necesidades se beneficia en mayor medida que el resto de la población. Sin embargo, este grupo poblacional se beneficia en menor medida de la educación media, superior y posgrado, que la población con mayores recursos. Esto resulta en un gasto desigual entre niveles educativos.