EL ECONOMISTA, 19 de diciembre de 2012
Según un análisis realizado por la entidad, el paquete económico 2013 es conservador, relativamente inercial y no plantea cambiar las potestades tributarias de los estados, que tienen un potencial en el cobro del Predial. En México, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), representa 0.02% del PIB, mientras el promedio de la OCDE es de 2 por ciento.
Para el CIEP, se necesita “una reforma fiscal que incremente la recaudación y dé viabilidad a cambios más radicales: seguridad social universal, expansión acelerada de la infraestructura, mayores inversiones en capital humano”.
Sin embargo, los impuestos que afectan a los estados y municipios permanecen sin cambios. El impuesto a la venta final de gasolinas y diésel permanece igual. Es decir, existe un Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) negativo, pues, por un lado, hay un subsidio a las gasolinas y, por otro, hay un impuesto que va a las entidades federativas.
A decir de los especialistas, el IEPS a la venta final de gasolinas y diésel da estabilidad a los precios del combustible en el país y sirve para transferir recursos a las entidades donde se produce la venta (81.8% de lo recaudado) y para compensar a entidades en la mayor situación de pobreza del país (18% de lo recaudado).
“Si se presta atención a este impuesto, es un costo neto para el gobierno federal ya que por un lado subsidiará 41,462 millones de pesos mientras que por el otro cobrará 24,400 millones de pesos que serán íntegramente transferidos a los estados”, dice el documento. A diferencia del paquete económico del 2012, el del 2013 no plantea cambiar las potestades tributarias de los estados.