21 de noviembre de 2017, Arely Sánchez, Reforma
Cada año, los mexicanos desembolsan más dinero para enfrentar enfermedades a pesar del Seguro Popular y la cobertura de los organismos de seguridad social.
Un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) detalla que estas erogaciones se componen de atención primaria, hospitalaria y medicamentos, y que se incrementaron independientemente de la afiliación a algún organismo.
Destaca que el uso de los servicios privados como consultorios y farmacias aumentó de 27 por ciento en 2014 a 31 por ciento en 2016.
El mayor incremento, entre 2014 y 2016, lo presentan los afiliados al ISSSTE, cuyo gasto pasó, en promedio, de 3 mil 39 pesos a 3 mil 333, es decir 294 pesos más.
En segundo lugar, los afiliados a los servicios de Pemex elevaron su gasto en 234 pesos, alcanzando un monto de 2 mil 172.
Los que tienen Seguro Popular aumentaron su desembolso en 163 pesos: de mil 234 pesos en 2014 a mil 487 en 2016.
Los afiliados a este seguro son, en su mayoría, hogares de menor ingreso (deciles 1 a 5 en Encuesta de Ingresos y Gastos), y ese incremento seguramente pesa más en su economía.
«Entre más beneficiarios tiene el Seguro Popular, menos invierte el Gobierno en él, y eso hace que se saturen sus servicios, de tal forma que aunque haya mpas personas con acceso, tienen que salir a buscar atención en otro lado, aunque les cueste», dijo Judith Méndez, investigadora de Salud y Finanzas Públicas del CIEP, organismo ciudadano que hizo el estudio.
Como muestra: el uso efectivo del Seguro Popular se redujo de 61 a 57 por ciento de los derechohabientes entre 2014 y 2016.