La estructura demográfica de una sociedad es una variable determinante para variables tanto de carácter micro como macroeconómico en una sociedad, y por lo tanto clave para la definición de políticas públicas.
En este sentido, las tasas de dependencia, definida como la proporción de personas jóvenes y mayores en relación con la población en edad de trabajar, son informativas respecto a los desafíos y oportunidades fiscales en una economía y son relevantes para diseñar estrategias para la sostenibilidad del gasto social y entender mejor el impacto del envejecimiento en el crecimiento económico y la equidad.
En este documento, se presentan las tasas de dependencia para 18 países de América Latina, las cuales representan retos significativos en términos fiscales, con dos categorías de dependencia: moderada y alta, con países como Chile que proyecta una tasa de dependencia de adultos mayores igual a 59.0, es decir que por cada 100 personas en edad laboral habrá 59 personas adultas mayores y la menor en Bolivia con 18.9. Asimismo, se realizan dos ejercicios: el primero, incrementar la tasa de retiro, y el segundo, ajustar las tasas de dependencia por incrementos de escolaridad.
Ante estas proyecciones surgen, al menos, tres temas que resultan inevitables a la discusión y que se consideran futuras líneas de investigación: mercado laboral y pensiones, condiciones de salud, y sistema de cuidados.
Para ampliar la información, consulta el documento «Tasas de dependencia en América Latina: escenarios y alternativas para enfrentar la transición demográfica hacia 2060».