Entre 2018 y 2024, el gobierno federal destinó más de 1.7 billones de pesos a cinco proyectos prioritarios de infraestructura: Tren Maya, Corredor Interoceánico, Interurbano México-Toluca, Ampliación Suburbano-AIFA y Refinería Dos Bocas. Este gasto pretendía fomentar el desarrollo económico y el empleo. Se identificó que el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas registraron los mayores aumentos tanto en ocupación total (15.9 % y 11.6 %) como en empleo formal (19.0 % y 31.0 %). En contraste, proyectos como el Corredor Interoceánico y la Ampliación del AIFA muestran efectos laborales débiles e incluso negativos, a pesar del gasto ejercido.Estos hallazgos sugieren que el aumento de gasto en infraestructura promovió la creación de empleos directos e indirectos.
Proyectos prioritarios
Entre 2018 y 2024, el Gobierno de México impulsó una serie de proyectos prioritarios de infraestructura con el propósito de promover el desarrollo económico (CIEP 2023). Entre los proyectos, destacan el Tren Maya, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Tren Interurbano México-Toluca, la ampliación del Tren Suburbano al AIFA y la Refinería Dos Bocas. Estas obras han representado no solo grandes inversiones públicas, sino también oportunidades clave para observar sus efectos sobre el mercado laboral en las regiones donde se ejecutaron.
Objetivo
La presente investigación analiza la evolución del empleo en las entidades donde se ha ejercido gasto para estos proyectos, con el objetivo de identificar patrones de creación de empleo directo (particularmente en construcción) e indirecto (en sector primario, terciario y otros que no pertenecen a la construcción). Para el análisis se utilizan datos del IMSS y registros de la ENOE; además de los datos oficiales de las cuentas públicas a nivel federal. Con la comparación de las cifras anuales se busca ofrecer una primera lectura empírica sobre el vínculo entre infraestructura pública y dinamismo laboral local.
Creación de empleo en la infraestructura
El gasto en infraestructura pública tiene efectos relevantes sobre el empleo, tanto por impacto directo para las fases de planeación, construcción y operación, como por los impactos indirectos que genera en sectores complementarios.
La construcción tiende a movilizar mano de obra intensiva en el corto plazo, mientras que en el mediano plazo se observan efectos multiplicadores en servicios, comercio, logística y transporte, derivados del aumento en la conectividad, la productividad y la demanda local (ILO 2018). La evidencia sugiere que estos impactos son más pronunciados cuando los proyectos se alinean con necesidades económicas del territorio, especialmente en regiones con rezagos históricos o limitaciones estructurales. En este sentido, la inversión en infraestructura puede ser un instrumento de dinamización regional y de creación sostenida de empleo, si se implementa con criterios de pertinencia económica, inclusión territorial y encadenamiento productivo (BID 2021).
Empleo en Obras Prioritarias
A pesar de no existir una base de datos pública que identifique con precisión el número total de empleos creados por cada proyecto prioritario, es posible aproximar su impacto laboral a través del análisis de los agregados de empleo en las entidades federativas donde se concentró la inversión. Por una parte se encuentran los datos de INEGI que presenta información trimestral a través de la ENOE. Con esta encuesta es posible identificar los empleos directos e indirectos de las entidades federativas.
Para el análisis se seleccionaron nueve entidades federativas de acuerdo con las inversiones de los cinco proyectos prioritarios considerados como obra pública abierta (CIEP 2023). La información del [Tabla1] identifica la población ocupada promedio de 2018 y 2024—año en que inició la planación de las obras y el último dato de presupuesto ejercido— y su variación porcentual para identificar el cambio de ocupación en el total del periodo. La población ocupada es la suma de los promedios anuales de las entidades en que se invirtió.
Ocupación: empleo directo e indirecto
El análisis revela una heterogeneidad significativa en la población ocupada y su distribución sectorial. El Tren Maya muestra uno de los impactos más amplios, con un crecimiento del 43.6% en el empleo en construcción y un aumento general de 15.9% en la población ocupada, lo que sugiere una fuerte activación laboral en la región sureste.
En contraste, el Corredor Interoceánico tuvo un efecto más moderado: si bien la ocupación total creció 11.2%, el empleo en construcción apenas aumentó 2.6%, lo que podría indicar demoras en ejecución o una menor intensidad en obra pública. En comparación, la Refinería Dos Bocas muestra una caída del 2.0% en construcción y del 3.8% en el sector secundario, pese al aumento de 11.6% en la población ocupada total.
El Tren Interurbano México–Toluca presenta un aumento en construcción de 2.0% con una expansión significativa del sector terciario (21.9%), lo que sugiere efectos indirectos en servicios más que en construcción. Finalmente, la Ampliación del AIFA (2022-2024) presenta una caída de la ocupación en todos los sectores, especialmente en construcción (-83.2%) y en la ocupación total (-86.1%), posiblemente reflejando poco dinamismo laboral al ser una obra a cargo de la SEDENA, es decir, por militares en activo que no significaron la creación de nuevos empleos.
En conjunto, los resultados muestran que el impacto de la infraestructura pública en el mercado laboral fue positivo en el corto plazo con el incremento de empleos en el sector de construcción, además que de manera agregada se muestra un impacto indirecto positivo en el sector terciario.
Empleo formal
El empleo formal en las entidades asociadas a los proyectos prioritarios revela trayectorias distintas según el proyecto. El Tren Interurbano México–Toluca, con registros disponibles desde 2016, mantiene el volumen más alto de empleos formales entre los proyectos analizados, superando los 5.3 millones de personas en 2024, con un crecimiento constante que refleja su inserción en una zona metropolitana altamente urbanizada y económicamente activa. Sin embargo, debido a las limitaciones de la información estadística disponible, no es posible atribuir de manera directa estos aumentos al proyecto específico, particularmente en contextos como el Valle de México, donde la dinámica laboral está influenciada por múltiples factores.
En contraste, el Tren Maya, con datos a partir de 2018, presenta una expansión sostenida en el empleo formal, alcanzando 1.58 millones de trabajadores en 2024, lo que sugiere un impacto progresivo en el sureste del país. El Corredor Interoceánico, también medido desde 2018, muestra una evolución más moderada, aunque constante, con un aumento acumulado de más de 300 mil empleos hasta 2024.
La Refinería Dos Bocas experimenta una trayectoria particular: entre 2018 y 2022 el empleo formal crece 35.9%, pero de 2023 a 2024 se observa una caída de 9.8% con un total de 23 mil 972 empleos perdidos, posiblemente asociada al cierre de la construcción. Finalmente, la Ampliación del Tren Suburbano al AIFA, con datos a partir de 2022 registra un incremento importante de 9.2% al 2024 con una creación de 156 mil 388 empleos.
Gasto en proyectos prioritarios
Durante el periodo 2017–2024, se observa una relación general entre el aumento en la inversión pública en proyectos prioritarios y las variaciones en el empleo formal reportado por el IMSS en las regiones asociadas (Figura 1). En particular, el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas presentan picos de crecimiento notables en empleo formal en 2021 y 2022, coincidiendo con los años de mayor gasto registrado en sus respectivas obras.
- Tren Maya: el incremento de empleo directo (43.6% promedio) es el más alto del periodo en paralelo con una inversión de más de 521 mil 630 millones de pesos.
- Refinería Dos Bocas: muestra un crecimiento de hasta 15.7% en empleo formal en 2022, pero cae abruptamente a -9.8% en 2024, posiblemente por la transición de la obra hacia su fase operativa.
- Interurbano México-Toluca: desde 2017 presenta incrementos de empleo directo moderados y estables (2% promedio) con un total de 57 mil 528 mdp.
- Corredor Interoceánico: muestra un rezago en el impacto laboral (6.3%) en el empleo formal respecto a los demás proyectos con una inversión de 73 mil 142 mdp.
- Ampliación Suburbano-AIFA: a pesar de la ocupación decreciente (-86.1% promedio), se muestran incrementos importantes en el empleo formal en años como 2023 (4.2%).
El Corredor Interoceánico muestra un rezago significativo en el impacto laboral, aunque la inversión se incrementa a partir de 2020, el crecimiento en empleo formal asociado es bajo y volátil, incluso con una caída de 3.6% en el empleo formal de 2021. Esto puede indicar que el impacto de este proyecto es más indirecto o que su ejecución ha sido más lenta o fragmentada.
El gasto ejercido en las obras prioritarias fue de 1 billón 677 mil mdp entre 2017 y 2018; en tanto el empleo formal en las obras fue de 15.7% promedio total y 1 millón 553 mil 866 nuevos empleos de 2018 a 2024. La Figura 1 muestra que los mayores niveles de inversión total ocurrieron entre 2021 y 2022, coincidiendo con los mayores crecimientos de empleo en casi todos los proyectos. No obstante, para 2024 se observa una caída generalizada tanto en inversión como en empleos formales, lo que podría señalar el cierre del ciclo constructivo de los megaproyectos prioritarios de la administración federal pasada.
Figura 1: Gasto total en proyectos prioritarios y empleo formal
Fuente: Elaborado por CIEP, con información de: IMSS (2025); SHCP(2024).
Ocupación vs. Formalidad
Al comparar los cambios en la ocupación total y en el empleo formal entre 2018 y 2024, se observan coincidencias entre ambas métricas, especialmente en proyectos con altos niveles de inversión (Cuadro 2). Por ejemplo, en el Tren Maya, que acumuló más de 521 mil millones de pesos en inversión, se registró un incremento de 15.9 % en la ocupación total y de 19.0% en el empleo formal de 2018 a 2024, lo que sugiere un impacto positivo tanto en el conjunto de personas ocupadas como en aquellas afiliadas al IMSS.
De forma similar, en la Refinería Dos Bocas, el incremento en el empleo formal fue particularmente alto (31.0%), superando ampliamente el cambio en la ocupación total (11.6%) en el mismo periodo, posiblemente por tratarse de un proyecto con contrataciones formalizadas y concentradas en un solo estado.
Por el contrario, en el caso del Interoceánico, aunque hubo un aumento del 11.2% en la ocupación total, el empleo formal solo creció 6.3%, lo que podría reflejar un mayor peso del trabajo informal o subcontratado.Como caso particular, la ampliación del AIFA presentó decrecimientos en ocupación de 2022 a 2024, en tanto, el empleo formal fue positivo de 4.7% al 2024.
Implicaciones de política pública
Los resultados muestran que los proyectos de infraestructura pública tienen el potencial de generar impactos significativos sobre la ocupación, tanto de manera directa —a través de la contratación de mano de obra durante la fase constructiva— como de forma indirecta, mediante el impulso a sectores complementarios como servicios, transporte y comercio. Estos efectos se distribuyen en distintos horizontes temporales: mientras que en el corto plazo predominan los empleos relacionados con la ejecución de obra, en el mediano y largo plazo pueden observarse impactos más amplios si el proyecto logra integrarse a las dinámicas productivas regionales.
Entre 2017 y 2024 el gobierno federal invirtió un total de 1 billón 677 mil 109 mdp en proyectos prioritarios. En los casos donde se invirtió en territorios con bajo dinamismo económico como en el sureste del país, se identifican aumentos sustantivos en el empleo, lo que confirma la posibilidad de que la infraestructura opere como un instrumento de desarrollo económico. En cambio, en zonas altamente urbanizadas o bajo ejecución militar, como el caso del AIFA, los efectos laborales son más difíciles de rastrear, ya sea por subregistro o por la existencia de múltiples factores económicos.
A partir del análisis comparado entre el gasto ejercido en proyectos prioritarios y las variaciones en la ocupación total y el empleo formal entre 2018 y 2024, se observa que los incrementos más consistentes se presentan en el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas. En ambos casos, el gasto acumulado fue de 521 mil 630 mdp para el Tren y un billón 16 mil 742 mdp para la refinería1, y sus entidades muestran aumentos tanto en la población ocupada (15.9% y 11.6%) como en el empleo formal (19.0% y 31.0%).
En contraste, el Interurbano México-Toluca y el Corredor Interoceánico, con menores montos de inversión, presentan incrementos más moderados en ocupación (12.7% y 11.2%) y empleo formal (6.7% y 6.3%), a pesar de mantener una inversión total de 57 mil 527 mdp y 73 mil 143 mdp, respectivamente. Como caso particular, la ampliación del AIFA muestra una fuerte caída en la ocupación (-86.1%) pero un crecimiento relativo de empleo formal (15.5%) con una inversión total de 8 mil 66 mdp.
En conjunto, los resultados indican que el nivel de gasto guarda una relación general positiva con la ocupación y la formalización del empleo, aunque esta relación varía según la naturaleza institucional y territorial de cada proyecto. En este contexto sería necesario incorporar criterios laborales explícitos en el diseño y seguimiento de proyectos de infraestructura, incluyendo metas de empleo local, encadenamiento con proveedores regionales y esquemas de capacitación técnica.
- Cabe recordar que este monto es exclusivo de datos de obra pública abierta, por lo que podría ser mayor por los montos no públicos.↩︎