El Universal – 22 de Septiembre, 2014
Aunque hay consenso de que la deuda mexicana se encuentra en nivel manejable, expertos en economía alertaron que su tendencia al alza es un factor de preocupación para los próximos años.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) estimó que al final del sexenio, y dada la trayectoria de la deuda, esta podría alcanzar un nivel de 51% como proporción del Producto Interno Bruto (PIB). Significa que en esta administración la deuda tendría un incremento de 11% respecto al cierre de la gestión de Felipe Calderón.
“Estas cifras dejan a México muy lejos del territorio del señoreaje fiscal, donde el crecimiento económico permite que los déficits preserven una relación deuda/PIB constante”, afirmó el director de CIEP, Héctor Villarreal.
Agregó que ya son siete años consecutivos, desde la crisis financiera de 2009, en que las finanzas públicas permanecen en un desequilibrio presupuestario y que el Paquete Económico de 2015 no atiende ese problema.
El presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, Ernesto O’Farril, expuso que aunque aparentemente el presupuesto es responsable, la deuda pública en los dos últimos años creció 8.2% del PIB.
“A este ritmo, en 11 años más, es decir, en 2026, estaríamos alcanzando el 100% de la deuda sobre el PIB. Más alarmante se observa este comportamiento del déficit si consideramos que la relación de ingresos fiscales a PIB no ha logrado superar, a pesar de la reforma fiscal, el 11% del PIB”, mencionó.
La recaudación tributaria de México se estima que alcanzará un 10.7% del PIB al cierre de 2015, cifra inferior al promedio de los países de América Latina de 15% o al 25% de la OCDE.
“La deuda pública va a alcanzar 43% del PIB el próximo año. Aparentemente no es muy alto y podría haber una mayor capacidad de endeudamiento, pero ese 43% alcanza ya cuatro años de ingresos tributarios totales”, abundó O’Farril.
El presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, el panista Damián Zepeda, destacó que aunque como partido tendrán como prioridad una contrarreforma, el tema del déficit fiscal les preocupa.
“Es uno de los temas que votamos en contra porque a nuestro juicio no se justifica y la vía debe ser el crecimiento económico, el desarrollo, el facilitar el pago de impuestos para que más contribuyan y no ahorcar a los mismos de siempre”, indicó.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas manifestó que sí es una fuente de preocupación el incremento del déficit presupuestario, por lo que están en permanente análisis para mantener las finanzas públicas sanas.
La más reciente Encuesta de expectativas económicas del Banco de México ubica a la actual política fiscal como uno de los principales factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico.
En la consulta que realizó el instituto central en agosto pasado, 13% de los 35 grupos de análisis y consultoría del sector privado nacional y extranjero respondieron que la política fiscal que se instrumenta puede limitar el crecimiento del PIB.
Marco Oviedo, economista en jefe para México de Barclays, dijo que el compromiso de la disciplina fiscal planteado en el Paquete Económico 2015 parece fuerte, pero las estimaciones de crecimiento se ven “poco optimistas”.