Con la publicación y apertura del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gastos de Operación (FONE) [1] y del Censo de Maestros, Alumnos y Escuelas de Educación Básica (CEMABE) además de conocer las percepciones pagadas a docentes (66,717.9 mdp que equivale a 0.4% del PIB) se pueden obtener las percepciones de acuerdo a edad y sexo de los docentes, y los años de antigüedad en el servicio. Teniendo estos datos, se puede proyectar que el número de posibles docentes pensionados de Educación Básica [2] aumentaría 579% de 2015 a 2025, esto se traduce en una mayor presión a las finanzas públicas a largo plazo.
Las pensiones de los docentes, al ser trabajadores del Estado, están a cargo del ISSSTE. En 2007 entra en vigor la reforma a la nueva Ley del ISSSTE, la cual determina la transición de un esquema de reparto a otro de cuentas individuales. Por tanto, el Instituto cuenta con tres tipos de pensionados:
- Ley abrogada de 1983, la cual considera la jubilación a partir de los 30 años de servicio para los hombres y 28 para las mujeres. Los trabajadores y patrones aportaban alrededor de 8% de su salario para seguridad social. Al cumplir con los requisitos de jubilación o retiro, el trabajador recibe una pensión equivalente al 100% del sueldo del último año trabajado.
- Décimo transitorio, son aquellos que mantienen los derechos de la ley abrogada de 1983, pero el porcentaje de cuotas y aportaciones a la seguridad social aumenta a 13.52%. También se definen movimientos en la edad de retiro conforme pasa el tiempo, por ejemplo, en 2014-2015 la edad de retiro es 63, mientras que para 2016-2017, ésta será 64.
- Cuentas individuales o contribución definida, es el esquema en que el monto de pensión depende de los recursos acumulados por cada trabajador en su cuenta individual a lo largo de su vida laboral.
Actualmente, 55% de los pensionados se encuentran en el esquema de la ley abrogada de 1983, 42.5% en el décimo transitorio y solamente 1.7% en cuentas individuales. Estas proporciones irán modificándose con el tiempo durante el cual se espera que la proporción de pensionados por la ley abrogada de 1983 caiga, aquellos en el décimo transitorio presentarán aumentos por 30 años más y las cuentas individuales se incrementarán constantemente. De acuerdo a proyecciones del ISSSTE, en 2020, los pensionados por cuentas individuales representarán 6.9%; aquellos en décimo transitorio 57.4%; y por la ley abrogada de 1983, 35.6%.
La edad y sexo de los docentes mexicanos
En 2015, el 41.2% de los trabajadores afiliados al ISSSTE son parte del Sistema Educativo, lo que nos refleja el grado de incidencia que los docentes tendrán en el costo de las pensiones. Cuando se anunció, el CEMABE serviría como base para la formación del nuevo fondo de aportaciones y como una fuente de información confiable sobre el sistema educativo; sin embargo, existen diferencias[3] entre los datos reportados por el FONE y por CEMABE. El CEMABE reportó que el personal[4] con función docente[5] ascendía a 1,378,077 individuos en 2013; de los cuáles, 1, 125,984 (81.8%) trabajaban en escuelas con sostenimiento público. En 2015, el FONE[6] pagó a 1, 155, 031 docentes de los cuáles, 286,999 (24.8%) NO tienen plaza asignada; 836,467 tienen una plaza; 30,931 tienen dos plazas; 538 tienen 3 plazas y 96 docentes tienen 4 plazas o más.
El grupo de edad con el mayor número de docentes (206,741) es de 48 a 52 años de edad, siendo 62.1% mujeres y 37.9% hombres (Ver gráfica 1 y anexos), quiénes en menos de 20 años tendrán derecho a recibir una pensión. El segundo grueso (165,437 docentes) de la población, tanto en hombres como en mujeres, se encuentra entre los 33 y 37 años, seguidos por los que tienen entre 38 a 42 años de edad (165,437 docentes).
Al distribuir las percepciones de acuerdo a la edad de los docentes, el mayor monto se destina a aquéllos que tienen entre 48 a 52 años de edad, por ser la categoría de edad con el mayor número de docentes. Sin embargo, el segundo monto con mayor presupuesto, se destina a los docentes que tienen entre 53 y 57 años de edad, que son aquellos, que de acuerdo a la Ley del ISSSTE (2007), tienen la edad mínima para pedir su jubilación.
Una mujer docente, en promedio, percibe alrededor de 55,882.3 pesos al trimestre; mientras que, un hombre percibe 60,623.9 pesos en promedio. Como se puede observar (ver gráfica 2), hasta el grupo de edad de 48 y 52 años, las percepciones promedio para un hombre y una mujer son casi equitativas. A partir del grupo de edad de 53 a 57 años y en adelante, los docentes hombres ganan más que una mujer.
Proyecciones de las pensiones de los docentes
El ISSSTE en su Informe Financiero y Actuarial 2015 presentado en junio del mismo año , expone la situación de sus pensionados, la cual arroja que en los siguientes 30 años se observará un aumento de alrededor del 100% del número de pensionados del ISSSTE, principalmente a través del esquema del décimo transitorio. Del total de trabajadores que cotizan al ISSSTE, alrededor de 47% son maestros, por tanto, se lleva a cabo una proyección sobre el número de posibles maestros a pensionarse de 2015 a 2035, considerando la edad de los maestros y sexo proveniente del FONE, años de antigüedad promedio en servicio educativo por entidad federativa del CEMABE y los requisitos a cumplir para ser candidato a:
Por el Décimo transitorio
- Jubilación: Hombres – más de 30 años de servicio y mínimo 53 años en 2014, 54 años en 2016 y 55 años a partir de 2018. Mujeres – más de 28 años de servicio y mínimo 51 años en 2014, 52 años en 2016 y 53 años a partir de 2018.
- Cesantía edad avanzada: mínimo 63 años de edad en 2014, 64 años en 2016 y 65 años a partir de 2018 y 10 años de servicio.
- Retiro por edad y tiempos de servicio: mínimo 15 años de servicio y 58 años en 2014, 59 años en 2016 y 60 en 2018.
Por cuentas individuales
- Seguro por cesantía en edad avanzada: mínimo 60 años de edad y 25 años de servicio
- Seguro por vejez: mínimo 65 años de edad y 25 años de servicio.
Los resultados de la proyección arrojan que el número de posibles maestros pensionados aumentaría 579% de 2015 a 2025, creciendo a una tasa de 21.5% promedio por año. A partir de 2026 la tasa de crecimiento de maestros pensionados disminuye a 7.1% (ver gráfica 3). El mayor aumento se presenta en las pensiones bajo el régimen del décimo transitorio, el cual sigue siendo un esquema de reparto con el que los trabajadores o cotizantes aportan un porcentaje de su sueldo para pagar las pensiones. Sin embargo, estas aportaciones no son suficientes y el Gobierno Federal asume el pago faltante de las pensiones. Lo anterior, se traduce en presión para las finanzas públicas y, considerando que los ingresos no son suficientes, en deuda para el país.
Conclusiones
Conocer las condiciones[7] actuales de los docentes, nos permite analizar los esquemas de pensiones y jubilaciones, así como, el número de pensionados que se tendrán en el corto y largo plazo. Con la apertura de los datos (CEMABE 2013, FONE 2015) es necesario el análisis de los docentes desde una perspectiva individual y de seguridad social con el fin de tener la planeación de los recursos que serán necesarios para pagar sus pensiones y transitar a finanzas públicas más sanas.