EL UNIVERSAL, 05 de agosto de 2013
Información del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) reveló que en promedio las personas físicas destinan 15.3 de su ingreso total para el pago de las obligaciones fiscales.
Significa que mientras el país sólo recauda por recursos tributarios 10% del Producto Interno Bruto (PIB), un causante cumplido debe considerar el desprendimiento de 15% de sus ingresos para pagar impuestos.
Incluso, las personas con menores recursos destinan una proporción de su gasto elevada para el pago de los distintos gravámenes en el país, de hecho, por encima de otros segmentos de la población con mejor situación de ingresos.
Datos del CIEP mostraron que las personas del decil I (el 10% de la población con menos recursos) destinan 12.5% de su ingreso en la contribución fiscal.
En promedio, estas personas ganan al año aproximadamente 17 mil 795 pesos, pero de ese total 2 mil 228 pesos se van al pago de los impuestos.
Este grupo poblacional incluso destina más de su gasto para el pago de impuestos que aquellas personas que forman parte del decil II, III, IV, V y VI que suponen una condición económica más favorable que la del I.
Por ejemplo, el decil II destina 8.2% de su ingreso anual para el pago de impuestos. Las personas agrupadas en ese escalón ganan en promedio 32 mil 607 pesos al año y de esos, 2 mil 672 pesos se van a las obligaciones fiscales.
El decil III, desembolsa 9.3% de sus ingresos para el pago de gravámenes; el IV, 9.7%; el V, 10.5%, y el VI desembolsa 12.1% de sus recursos para ese mismo fin en promedio.
En el caso del decil X, donde se agrupa el 10% de la población con más ingresos en México, se destina en promedio 19.5% de sus ingresos para impuestos.
Las personas de ese rango de decil ganan en promedio 372 mil 069 pesos al año, de los cuales, 72 mil 427 pesos se van en impuestos.
Para el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Fausto Hernández, el problema de la baja recaudación tributaria se debe en gran medida a que el país se encuentra divido en dos: un pequeño universo de personas que integran el grupo formal que paga una cantidad importante en impuestos; y un segundo grupo, más grande, concentrado de sujetos realizan actividades informales y que no contribuyen con sus obligaciones fiscales.
De acuerdo con datos del Inegi, prácticamente seis de cada 10 trabajadores en el país realizan sus labores en actividades informales, poco productivas para la economía y con poca o nula contribución en los ingresos del gobierno federal.
El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray aseguró que la propuesta de reforma hacendaria que presentarán tendrá entre sus ejes incentivar a que las personas migren de la informalidad a esquemas de trabajo formales, además de que quien gane un poco más sea el que más contribuya en el pago de impuestos.
De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) los impuestos son pagos obligatorios que deben hacer todas las personas al Estado, ya que estos son uno de los medios principales por los que el gobierno puede invertir en aspectos como la educación, salud, impartición de justicia y seguridad, combate a las empresas y el impulso a los sectores económicos del país.
Contrastes
La información del CIEP reveló que para la recaudación tributaria del gobierno federal, el Impuesto al Valor Agregado recae en una mayor proporción para las personas de menores recursos.
Es decir, que para aquellas personas que conforman del decil I al VIII la mayor contribución que hacen de impuestos lo hacen a través de impuestos de consumo como el IVA.
Mientras que para los deciles IX y X, su aportación de impuestos recaen en mayor medida de aquellos donde se grava la renta, como es el ISR.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), sugiere una propuesta que implique gravar alimentos y medicinas a una tasa de 16%, sin un esquema de compensación para las personas de menores recursos, podría tener efectos negativos al grado de elevar el número de personas pobres.
Y es que en este momento, tanto alimentos como medicinas tienen tasa cero en el IVA, es decir, que por el consumo de esos productos las personas no pagan nada de impuestos.
Sin embargo, el individuo del decil I, que paga al año 2 mil 288 pesos en impuestos, mil 671 de ellos se explican por el IVA, lo que significa que gravarle más al consumo afectaría a sus bolsillos según la interpretación de la Cepal.