En México, el presupuesto público para salud ha sido insuficiente para dar respuesta a la creciente demanda de los servicios de salud (CIEP, 2018). A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sugerido que cada país debería destinar 6 % de su Producto Interno Bruto (PIB) a su sistema público de salud (OMS; OPS, 2018). Sin embargo, entre 2010 y 2022, México solo ha destinado entre 2.5 % y 2.9 % de su PIB anual, esto es menos de la mitad de la sugerencia internacional.
En el contexto de la pandemia por Covid-19, el rezago en la variable presupuestaria ha impactado la capacidad de respuesta del sector salud ante la crisis sanitaria. En este documento se analiza el gasto público en salud en tres períodos: previo a Covid-19, durante 2020, primer año de pandemia y, finalmente, las asignaciones propuestas en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2022.
Esta investigación tiene tres objetivos principales: contextualizar el panorama presupuestario bajo el que se presenta la pandemia por Covid-19, el segundo es conocer cómo se ejercieron los recursos públicos para el sector salud y si se generaron reasignaciones en montos y en conceptos; el tercero se enfoca en una visión más a largo plazo y analiza cómo se vincula este presupuesto con los ODS.
Resultados
El presupuesto para salud mantiene la brecha histórica de más de tres puntos del PIB. Durante la pandemia por Covid-19 el gasto en salud presentó un aumento de 3.4 % respecto al monto ejercido en 2019 y a una décima parte de lo que se habría requerido para dar respuesta a la pandemia (CIEP, OXFAM, FUNDAR, 2021). Aunque para 2022 se propone un aumento histórico del orden de 14.6 %, se ubica en 2.93 % del PIB.
Gasto en salud como % del PIB
Las reasignaciones entre subsistemas durante la pandemia modificaron las prioridades de partidas de gasto de manera temporal para, posteriormente, desde 2021 volver a su estructura previa a la pandemia. Siguen pendientes las necesidades de mayor gasto en infraestructura y financiamiento sostenible.
Preocupa que el aumento presupuestario planteado para 2022 proviene de una fuente no recurrente de recursos y que los incrementos se destinan a conceptos asociados con la atención de Covid-19 sin ser un financiamiento sostenible que tampoco atiende a la transición epidemiológica.
En 2018, 68.9 % del presupuesto para salud se vinculaba al ODS 3: salud, para 2022 baja a 66.3 %. La necesidad de atención de enfermedades no transmisibles se plasma en una de las metas del ODS de salud. Sin embargo, no se prioriza ni se incrementa el presupuesto encaminado a la atención de enfermedades de alta especialidad y tercer nivel de atención.
El Sistema de Información de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SIODS) (de la República; INEGI, 2018), una coordinación entre la Presidencia de la República y el INEGI dan seguimiento a la agenda 2030, aquí se concentra la información sobre la evolución de los indicadores y metas de cada ODS. Sin embargo, la información por indicador se encuentra desactualizada, la mayoría de los indicadores de salud presentan información hasta 2018.
En México, se da seguimiento a seis de los 28 indicadores de salud, ya que dos indicadores de la meta 3.2 si presentan información, pero las variables no corresponden con la Agenda 2030. A partir de los indicadores que México da seguimiento, se encuentra que ocho de los 12 indicadores con información presentan un retroceso, esto dificulta el logro del ODS 3 para 2030. La población que presenta carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 % en 2018 a 28.2 % en 2020. Además, 15.1 % de la población con afiliación debe pagar por los servicios de salud y 7.2 % de la población tarda más de dos horas en llegar a un hospital.
La proporción de partos con asistencia de personal sanitario especializado disminuyó de 95.2 % en 2019 a 93.1 % en 2020. Igualmente, el déficit de trabajadores de la salud ha aumentado, y los indicadores relacionados con la prevalencia de sobrepeso y obesidad, embarazo adolescente y acceso a salud sexual presentan los mayores retos para el desarrollo sostenible. De 2012 a 2018, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad aumentó en todos los grupos de edad, en 2018, 76.8 % de las mujeres con 20 años y más presentan obesidad y sobrepeso, 73 % de los hombres de 20 años y más y 35.6 % de la población de 5 a 11 años de edad. Contar con información actualizada de los indicadores de los ODS permitiría monitorear y evaluar el avance de los ODS.
Para consultar la investigación completa descargar el PDF con el documento Gasto en salud y Objetivos de Desarrollo Sostenible.