“No hay salud, sin salud mental” es el lema que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enfatizado desde 2005. A nivel mundial, la depresión se incrementó en 18.4% de 2005 a 2015.
En México, se estimó que uno de cada tres mexicanos presentarán algún desorden psiquiátrico a lo largo de su vida(Medina-Mora, 2007). Los países de ingreso medio-alto, dentro de los que se encuentra México, destinan, en promedio, el 2.4% de su gasto en salud a la salud mental. México, en 2017, aprobó un presupuesto de 2.2% del presupuesto de la Secretaría de Salud.
1 ¿Qué es la salud mental?
La salud mental se define como (OMS, 2013b):
«El estado de bienestar en el cual, el individuo, es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y, es capaz de hacer una contribución a su comunidad.»
Específicamente, se encuentran enfermedades como: depresión, bipolaridad, ansiedad, anorexia, bulimia, autismo, déficit de atención, desórdenes por abusos de sustancias (alcohol y drogas), entre otras.
En el mundo, el total de personas viviendo con depresión, incrementó en 18.4% entre 2005 y 2015. El incremento reciente en la población con enfermedades mentales ha provocado que la Organización Mundial de la Salud (OMS), este año, haya anunciado que presentará su Informe Anual de Salud Mundial con especial énfasis en la Salud Mental. Los trastornos de la depresión son la primera causa de incapacidad, a nivel mundial, mientras que los de ansiedad son la sexta causa.
Más del 80% de la incidencia de los desórdenes depresivos ocurre en países de ingresos bajos y medios. Desagregado geográficamente, la región de América (central y sur) presenta los trastornos de la depresión como la primera causa de incapacidad.
En México, las cifras muestran que, en 2015, más de 4.9 millones de personas viven con depresión, esto representa el 4.2% de la población nacional.
2 Impacto de las enfermedades mentales
Las enfermedades mentales impactan y generan costos tanto a nivel individuo (personal), como a nivel colectivo (sociedad). Para conocer las implicaciones que las cifras de incidencia de salud mental tienen en materia de salud personal, es necesario hacer referencia a los Años perdidos por enfermedad calculado por la OMS y, como su nombre lo indica, está definido como el número de años de vida sana que se pierde por concepto de alguna enfermedad. (OMS, 2017)
Las cifras recientes en México muestran que, el 8.5% de los años perdidos por enfermedad, son debido a trastornos de la depresión. (Gómez-Dántes, Héctor et al., 2016).
La importancia del tratamiento de las enfermedades mentales, está vinculada a que es una enfermedad funcional. Es decir, los costos de no contar con salud mental producen, además de la pérdida en la calidad de vida de las personas, pérdidas en el valor agregado en la economía nacional.
Los efectos de una débil salud mental están relacionados con los niveles de desempleo y los menores niveles de productividad, de aquí parte el efecto y costo que tiene a nivel sociedad.
Existe un estudio reciente presentado por la AMIIF y Manatt Jones, sobre las implicaciones de salud en la productividad, específicamente para la industria automotriz guanajuatense. Del 7.3% de pérdida en el valor agregado por causas de salud, el 6.03% corresponde al presentismo y sólo el 1.3% al ausentismo. En este caso, las pérdidas de valor agregado por concepto de depresión representaron el 5% del total de las pérdidas a causa del presentismo.
3 Gasto en salud mental
En México, el gasto en salud mental está distribuido en las siguientes instituciones:
- el Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental (STCONSAME)
- el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM)
- la Secretaría de Salud (SS)
Para el periodo 2010 – 2015, el presupuesto aprobado para salud mental presentó un comportamiento creciente. Sin embargo, en 2016 se redujo en 4% y el recorte en 2017 fue de 5%.
En total, el presupuesto designado a salud mental, en 2017, es de $2,586 mdp, equivalentes al 2.2% del presupuesto de la Secretaría de Salud.
Los principales programas por monto presupuestario son:
- Prevención a atención contra las adicciones
- Atención a la salud
- Prevención y control de enfermedades
Estos tres programas representan, en 2017, el 96% del gasto en salud mental.
La siguiente figura describe la participación de los dos programas principales en el gasto total en salud mental. En 2013, para prevención y atención de las adicciones se destinaba el 55%. Este porcentaje bajó en 2017 a 49%. En cambio, el programa de atención a la salud, pasó de 39% a 44%, en el mismo periodo.
En el panorama internacional, los países con el mismo nivel de ingreso que México, destinan, en promedio, el 2.4% de su gasto total en salud para la línea de salud mental. Países con ingresos altos elevan este porcentaje hasta 5.1%.
La OMS ha estimado la factibilidad y viabilidad de la inversión en salud mental. Sus resultados han concluido que, tratamientos para la depresión con antidepresivos genéricos y psicoterapia con una medida costo – efectiva. Además, estas acciones resultan costeables ya que, en promedio, el costo de su implementación se calcula en menos de 1 USD/ persona (OMS, 2013).
4 Conclusiones
En suma, la tasa de crecimiento promedio anual del presupuesto a salud mental fue de 7.3% (2009 – 2017). Sin embargo, este porcentaje se ubica por debajo del promedio de los países con el mismo nivel de ingreso. Por ejemplo, Brasil y Costa Rica, quienes destinan el 2.4% y 2.9% respectivamente.
Resulta destacable la tendencia opuesta entre el gasto en prevención y, el gasto en atención a la salud. Esta relación sugiere presiones por parte de los pacientes que requieren los servicios y/o atención médica. Lo anterior resulta en una reasignación del presupuesto destinado a prevención hacia el presupuesto gastado en atención de enfermedades.