En la administración pasada, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) creó fideicomisos públicos para financiar más de 8 mil Millones de dó- lares (mdd) en proyectos de generación eléctrica, sin que ello implicara deuda directa en su balance. Para 2025–2030, se prevé una inversión de 31.5 mil mdd en generación, transmisión y distribución, lo que plantea desafíos financieros en un entorno fiscal restrictivo. Aunque estos fideicomisos han probado ser mecanismos ágiles para el financiamento de infraestructura, su continuidad exige de transparencia y rendición de cuentas. Es necesario avanzar hacia una estrategia integral que articule diversas fuentes de inversión para garantizar la soberanía energética.
La soberanía energética
En los últimos años, la política energética en México ha estado marcada por una reorientación hacia la soberanía y la seguridad energética. Bajo este nuevo enfoque, el Estado ha buscado recuperar un papel central en el control, desarrollo y operación del sector energético nacional 1.
Uno de los objetivos ha sido reposicionar a la CFE como actor predominante en la generación de energía eléctrica. La meta explícita es que alcance y mantenga una participación del 54% de la generación en el país.
En este contexto, se han realizado ajustes al marco institucional. Aunque los cambios normativos comenzaron en la administración pasada, ha sido durante la actual administración que se consolidaron. El cambio de la CFE de empresa productiva del Estado a empresa pública implicó una redefinición de su misión, la cual deja de centrarse en la rentabilidad y pasa a priorizar el acceso universal a la electricidad como un derecho y sin fines de lucro.
Este rediseño institucional incluyó innovaciones en los mecanismos de financiamiento. Aunque la CFE ya contaba con fideicomisos, fue en la administración anterior que se diseñaron nuevos instrumentos como el FMI, el FIEL, el FPGC y el F/1320. Estos mecanismos han sido clave para canalizar recursos hacia proyectos estratégicos sin comprometer el balance financiero de la empresa.
Objetivo del documento
El presente documento analiza el papel de los fideicomisos para alcanzar la soberanía energética. En la siguiente sección se examina la inversión estimada en generación, transmisión y distribución en 2025-2030. Además, se detalla los objetivos, fuentes de financiamiento, proyectos y montos asociados a los fideicomisos. Posteriormente, se evalúa sus ventajas y desventajas frente a otros instrumentos financieros. Finalmente, se presentan las implicaciones que estos instrumentos tienen sobre las finanzas públicas.
Inversión en el Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030
Derivado del PND 2025–2030, se presentó el Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional, que establece los principales proyectos de infraestructura a desarrollar por la CFE en generación, transmisión y distribución. La inversión total estimada para el periodo asciende a 31 mil 528 mdd (Cuadro 1).
En generación, el plan contempla un total de 51 proyectos que permitirán incorporar 22 mil 674 MW de capacidad instalada2. La inversión total estimada asciende a 22 mil 377 mdd. De ese conjunto, 25 proyectos serán desarrollados por la presente administración, los cuales representan una inversión de 15 mil 581 mdd. Los proyectos se centraran principalmente en centrales eólicas y fotovoltaicas.
Para transmisión, se proyecta la ejecución de 158 proyectos con una inversión de 5 mil 551 mdd. De ellos, se contemplan 76 nuevos proyectos cuya inversión asciende a mil 970 mdd.Estos trabajos incluyen la construcción de mil 569 KM-C, la incorporación de 3 mil 817 MVAr y 8 mil 247 MVA.
En distribución, se estima una inversión total de 3 mil 600 mdd para todo el periodo. De este monto, mil 225 mdd corresponderían a cuatro proyectos prioritarios programados para iniciar en 2025.
Una parte de los proyectos incluidos en el Plan, especialmente en generación, fueron financiados por los fideicomisos públicos. Estos instrumentos faciltaron la movilización de recursos en infraestructura, lo que le permitió a la CFE avanzar en sus objetivos sin depender de los recursos del PEF.
Fideicomisos energéticos
En la administración pasada, se crearon cuatro fideicomisos para el desarrollo de infraestructura energética:
- Fideicomiso Maestro de Inversión (FMI)
- Fideicomiso de Energías Limpias(FIEL)
- Fideicomiso Proyectos de Generación Convencional (FPGC)
- Fideicomiso F/320
Cada uno de estos fideicomisos cuenta con un esquema operativo y un objetivo específico dentro del desarrollo de proyectos de inversión. No obstante, comparten una característica: al no registrarse como deuda directa de la CFE, permiten financiar infraestructura sin comprometer los límites de endeudamiento. A continuación, se describen:
Fideicomiso Maestro de Inversión
El FMI es un esquema de autofinanciamiento creado para apoyar la construcción y/o adquisición de nuevas centrales eléctricas. Su financiamiento proviene de recursos propios de CFEnergía y capitales obtenidos mediante emisiones de la Fibra E. La estructura del FMI permite constituir sub-fideicomisos por cada proyecto.
El fideicomiso pemitió el financiamiento de seis Centrales de Ciclo Combinado (C.C.C) y unidades de turbogas aeroderivadas. El costo de inversión de estos proyectos asciende a 3 mil 563 mdd y sumarían una capacidad neta de 3,995MW (Cuadro 2).
Fideicomiso de Energías Limpias
El FIEL fue creado para financiar la construcción de centrales fotovoltaicas y la modernización de centrales hidroeléctricas existentes, como parte de la estrategia de transición energética de la CFE. Su fuente de financiamiento incluye recursos de agencias de crédito a la exportación y de la banca de desarrollo.
A través de este fideicomiso se financiaron tres fases de la Central Fotovoltaica (C.F.V.) Puerto Peñasco y la repotenciación de nueve Centrales Hidroeléctricas (C.H) en Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Sinaloa y otros estados. El costo de inversión total asciende a mil 585 mdd y la capacidad neta incorporada es de aproximadamente 1,000 MW (Cuadro 2).
Fideicomiso Proyectos de Generación Convencional
El FPGC fue creado para financiar centrales de generación termoeléctrica con tecnologías de ciclo combinado y combustión interna, en zonas estratégicas con alta demanda eléctrica. Los proyectos son ejecutados bajo el esquema de Llave en Mano a Precio Alzado, lo que permite mayor control sobre costos y tiempos de ejecución. Su financiamiento proviene principalmente de agencias de crédito a la exportación y de la banca de desarrollo.
Este fideicomiso ha financiado ocho proyectos. El costo de inversión total asciende a 3 mil 066 mdd, y la capacidad neta incorporada es de 3,014 MW (Cuadro 2).
Fideicomiso F/1320
El F/1320 fue diseñado para financiar proyectos en toda la cadena de valor . Su flexibilidad le permite ejecutar contratos de obra, adquisición y uso de activos por cuenta de las EPS (ya no existentes) de la CFE, con recursos provenientes de instituciones financieras nacionales o extranjeras, y con cargo exclusivo al patrimonio del fideicomiso.
Las principales intervenciones son la terminación de la central hidroeléctrica Chicoasén II, la segunda fase de la Central Fotovoltaica Puerto Peñasco y su red de transmisión asociada, así como múltiples obras de refuerzo para interconectar ciclos combinados. El costo de inversión total asciende a 2 mil 567 mdd (Cuadro 2).
Fideicomisos vs otros instrumentos de financiamiento
La CFE depende, en buena medida, del presupuesto aprobado por el Congreso. Este presupuesto no solo define cuántos recursos puede ejercer la empresa cada año, sino también su techo de endeudamiento, es decir, cuánto puede solicitar en créditos o financiamiento adicional.
Ante un presupuesto limitado y sujeto a decisiones políticas, la CFE ha complementado su financiamiento con otros instrumentos. Destacan los PIDIREGAS, que permitieron ejecutar obras con capital privado y registrar el gasto posteriormente, así como la deuda directa.
Sin embargo, la CFE en sus últimos planes de negocio han señalado que el presupuesto aprobado se utiliza para mantenimiento de plantas existentes, así como para obras de transmisión y distribución eléctrica. Esto deja fuera a muchos proyectos de generación de energía nuevos.
En este contexto, los fideicomisos recién creados han permitido financiar infraestructura sin depender directamente del PEF ni comprometer los techos de deuda pública. En el Cuadro 3, se presentan las ventajas y desventajas.
Implicaciones de política pública
Los fideicomisos han sido una herramienta clave para que la CFE financie proyectos estratégicos. No obstante, su uso también implica retos relevantes desde el ámbito de la política pública.
Aunque no se consideran deuda directa, los fideicomisos generan obligaciones financieras que se reflejan como cuentas por pagar en los estados financieros de la CFE. Esto implica compromisos de pago que deben cubrirse con ingresos propios o de sus filiales.
Uno de los riesgos principales es que buena parte del financiamiento depende de utilidades de CFEnergía, la filial que suministra gas a las plantas de generación. Como estas compras internas generan ingresos para financiar obras, también pueden elevar los costos de generación, lo que podría reflejarse en las tarifas eléctricas.
Además, la información pública sobre estos mecanismos sigue siendo limitada. No es posible conocer con precisión los contratos, condiciones de crédito o fuentes de pago, lo que dificulta evaluar su eficacia y costo real.
De cara a los compromisos de inversión proyectados para el periodo 2025–2030, alcanzar la meta de soberanía energética exigirá recursos adicionales. En este escenario, será necesario considerar otras alternativas como las asociaciones público-privadas (APP), especialmente para proyectos de generación limpia o refuerzo de redes.
Si bien los fideicomisos han permitido avanzar en infraestructura, su continuidad y expansión deberán acompañarse de mayor transparencia y de una estrategia más amplia que combine distintas fuentes de inversión.