El pasado 20 de septiembre, el Senado de la República y posteriormente (13 de octubre) la Cámara de Diputados, elevaron a rango constitucional la obligatoriedad de la educación media superior en nuestro país. Las reformas a los artículos 3° y 31° constitucional, parecen ser un gran avance en materia de educación. Sin embargo, la duda sobre la capacidad actual del sistema educativo para afrontar estas reformas y el elevado costo que ello representa, ha despertado inquietudes entre diferentes sectores de la población.
Es por ello que el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), aporta mediante este documento un panorama sobre la situación actual del Sistema de Educación Media Superior. Primero se comenta brevemente lo sucedido respecto a estas reformas a la constitución. Después, se describe la situación en la que se encuentra el nivel medio superior mediante diversos indicadores. También, se aborda de manera general un apartado sobre el gasto público en estos servicios educativos. Finalmente, a manera de conclusión, se comenta una breve reflexión sobre las inquietudes señaladas.
1 Reforma Constitucional: Bachillerato Obligatorio
Con la reforma al artículo 3° y 31° constitucional, se pretende garantizar la educación media superior de manera gradual a partir del ciclo escolar 2012-2013. El gasto de gobierno que se requiere para lograr la cobertura universal asciende a 500 mil millones de pesos (mdp); lo que se conseguiría para el ciclo escolar 2021-2022. [1]
Con ello, se tendrá que incorporar en los presupuestos Federales, Estatales y Municipales, los recursos necesarios para brindar dicho servicio educativo. Por lo que los integrantes del Senado acordaron autorizar presupuestos multianuales o plurianuales con el propósito de ampliar la infraestructura educativa. [2]
Los recursos mencionados anteriormente serían destinados a realizar la inversión en infraestructura que hace falta, así como para la formación de docentes capacitados que serán necesarios. Sin embargo, mientras esta inversión es realizada, son necesarias otras modalidades de educación como el sistema abierto o la educación a distancia, por mencionar algunas.
Con dicha reforma, se pretende cubrir las necesidades de educación media superior de más de 2 millones de jóvenes en edad de cursar el bachillerato. Sin embargo, aún hace falta que los congresos de los estados aprueben dicha modificación.
2 Situación actual de la Educación Media Superior
De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) al ciclo escolar 2010-2011, la Educación Media Superior representaba 12.0 por ciento de la matrícula total. A su vez, de la matrícula total, la modalidad bachillerato general y tecnológico representaba 10.9 por ciento y profesional técnico sólo 1.1 por ciento. Además, 43.9 por ciento de los alumnos en educación media superior estudiaban en escuelas de sostenimiento Estatal, 26.0 por ciento en escuelas Federales, 17.6 por ciento en particulares y 12.6 por ciento en escuelas autónomas.
La matrícula del nivel medio superior ascendía a 4,165.2 miles de alumnos en el ciclo escolar 2010-2011, de los cuales 90.9 por ciento estaba inscrito en bachillerato y el resto en profesional técnico. Dentro del bachillerato, 66.3 por ciento estudiaba el bachillerato general o propedéutico y el resto tecnológico o bivalente. La infraestructura con la que contaba este nivel consistía en 273,574 profesores, 14,681 escuelas y alrededor de 131,156 grupos.
Una forma de conocer el desempeño y avance de la educación media superior es mediante el uso de diversos indicadores educativos. Para este ciclo escolar (2010-2011), la relación alumno-escuela mostró que por cada escuela donde se impartía educación media, ya fuera bachillerato general, tecnológico o profesional técnico, en promedio había 284 alumnos. Del mismo modo, en promedio, había 32 alumnos por grupo y 15 estudiantes por profesor.
Por otro lado, la absorción, que permite conocer el porcentaje de egresados de secundaria que logran ingresar al nivel medio, fue de 99.6 por ciento. Esto indica que casi la totalidad de los egresados de educación secundaria logran ingresar en alguna de las modalidades de educación media superior. La deserción es de 15.0 por ciento, y es mayor en profesional técnico que en bachillerato. En el caso de reprobación, es muy similar en ambos casos y se encuentra entre el 33 y 34 por ciento. Finalmente, la eficiencia terminal promedio del nivel medio superior es de 61.7 por ciento, es decir, seis de cada diez alumnos que entran a nivel medio superior la concluyen.
La atención a la demanda social (también conocida como cobertura), que mide la relación entre la matricula del nivel medio superior y la población en edad de cursar este nivel (independientemente de que lo solicite o no), es de 64.4 por ciento a nivel nacional. Teniendo al Distrito Federal como la única entidad con cobertura total, que incluso es mayor al cien por ciento (102.1%)[3], y al contrario, Michoacán atiende sólo a la mitad de la demanda social, con lo que es la entidad con menor cobertura en el país.
El costo de atender estos servicios educativos en el ciclo escolar 2010-2011 fue en promedio, de 13,977.14 pesos por alumno, y se atendió a 4.1 millones de estudiantes a través de escuelas públicas o de gobierno. En total, esta suma asciende a 57,691.03 millones de pesos (mdp), que es el equivalente al gasto ejercido en la subfunción educación media superior en 2010 (que representa el 99.9% del total), y al gasto ejercido por las entidades federativas. Sin embargo, hay una demanda potencial de 1.2 millones de jóvenes, que están en edad de asistir a este nivel educativo, pero por diferentes razones no se encuentran inscritos en el. El gasto en atender a estos alumnos sería aproximadamente de 17,307.3 mdp, lo que en suma con el presupuesto ejercido daría un total de 74,998.3 mdp. Es decir, 5.7 por ciento más del presupuesto propuesto para educación media en el PPEF 2012.[4]
3 El costo de la Reforma
De acuerdo con las comisiones que realizaron la iniciativa de reforma, el costo de llevar a cabo esta reforma sería de 500 mil millones de pesos durante los próximos 11 años. Con esta inversión se buscaría lograr la cobertura total de educación media superior para el ciclo escolar 2021-2022 a través del incremento de la infraestructura.
Esta inversión se aproxima al presupuesto ejercido en la función educación en 2010, cuya estructura de gasto está conformada en un 96.7 por ciento por gasto corriente y únicamente 3.3 por ciento en Gasto de Capital. Dado lo anterior, surge la cuestión sobre ¿cómo estaría conformado el gasto en educación durante la siguiente década?, ¿De qué manera se puede realizar la inversión en infraestructura necesaria, manteniendo el presupuesto que actualmente atiende al nivel medio superior?.
Según la Secretaría de Educación Pública (SEP) en base a las estimaciones hechas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO, 2007), la cobertura total en nivel medio superior ante la situación actual se lograría en 2022, un año después de lo planteado por las Cámaras.[5] Ante esta situación, se procedió a realizar una estimación sobre el gasto público que será requerido para lograr la cobertura total en educación media superior ante el escenario planteado, dando la oportunidad de comparar los resultados con las estimaciones del Senado.
Se utilizó el gasto promedio por alumno de educación media superior en 2010 (equivalente a 13,977.14 pesos), más una inflación del 3.0 por ciento anual, que se adecúa a la inflación objetivo planteada por el Banco de México.[6] También se considera la atención a la demanda potencial y social en educación media superior estimada por la SEP para los próximos once años. [7] Además, se dividió a la población en edad de realizar dichos estudios en dos grupos de edad: uno de jóvenes entre los 15 y 17 años y otro de aquellos entre los 16 y 18 años. Esto, debido a que existen diferentes consideraciones respecto al grupo en edad de asistir al nivel medio superior.
De acuerdo con estos datos, la demanda potencial atendida pasara de un 87.0 por ciento en el ciclo escolar 2012-2013 a 90.9 por ciento en 2022-2023. Con esto, la matrícula tendrá un incremento de 25.2 por ciento. Por su parte, el grupo de jóvenes de 15 a 17 años de edad disminuirá 15.4 por ciento en este periodo. Del mismo modo, el grupo de edad de 16 a 18 años disminuirá 14.5 por ciento. La combinación de ambos factores tendrá como resultado que en el ciclo escolar 2022-2023 se logre una cobertura total en educación media superior.
En cuanto al Gasto Público que tanto el Gobierno Federal como las Entidades Federativas y Municipios tendrían que realizar en los próximos once ciclos escolares, pasaría de 62,353.1 mdp en el ciclo 2012-2013 a 104,913.6 mdp en el ciclo 2022-2023, un incremento de 68.3 por ciento. De esta forma, el costo total de la educación media superior en los próximos once años, alcanzando la cobertura total sería de 926,494.6 millones de pesos.
Esta cifra es 54.0 por ciento mayor que la mencionada por las comisiones de puntos constitucionales, y de educación pública y servicios educativos, sin embargo, esto se debe a que el presupuesto planteado por las Cámaras probablemente se destinará únicamente a inversión en infraestructura educativa.
4 Comentarios Finales
La reforma constitucional aprobada por el Senado de la República y la Cámara de Diputados con la que se eleva a rango constitucional la educación media superior, es sin duda un paso importante en el sistema educativo mexicano. Sin embargo, diversas cuestiones surgen respecto a la forma en la que se llevara a cabo este proceso y sobre la capacidad económica del estado para hacer frente a este importante gasto.
La situación actual que presenta el nivel medio superior no es capaz de atender la demanda potencial y social existente, lo que presenta un impedimento para aquellos que cumplen con los requisitos de ingreso a la educación media. A pesar de ello, una combinación de factores demográficos y de atención a la demanda lograría otorgar esta oportunidad en un lapso de once años.
De ser aprobada esta iniciativa por los congresos locales, será necesario conocer el esquema de inversión que se realizaría en los próximos once años para determinar las posibilidades económicas de cumplir con esta reforma. Además, se necesitará llevar a cabo una política pública destinada a incorporar a la demanda potencial no atendida a la educación media una vez que entre en vigor, ya que la infraestructura disponible puede no ser suficiente para atender a toda la población que demandaría el servicio educativo.
Por último, es muy importante que los tomadores de decisiones tengan en cuenta el comportamiento demográfico que tendrá el país en el mediano y largo plazo, así como a la población que opta por estudiar el bachillerato en escuelas particulares. Lo anterior, con el objeto de no gastar más de lo necesario y descuidar otras áreas educativas que necesitan ser atendidas.