REFORMA, 19 de Septiembre de 2012
MÉXICO, DF.- El cumplimento de las promesas de infraestructura y seguridad social universal están condicionadas a la realización de una reforma fiscal que aumente los ingresos de gobierno, aseguró el Centro de Investigación Económicas y Presupuestarias (CIEP). Actualmente, los ingresos tributarios no petroleros se sitúan alrededor del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que otorgar el paquete de servicios que brinda actualmente el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a toda la población equivaldría al 7 por ciento.
“Estamos hablando de que sin un reforma fiscal, que incremente de manera considerable los ingresos del Gobierno, el resto de las propuestas son prácticamente imposibles”, señaló Héctor Villarreal, director general del CIEP.
La reforma fiscal no requiere necesariamente de un aumento en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas, mencionó, ya que se podrían atacar los regímenes especiales, algunos gastos fiscales o promover una mayor recaudación a nivel de estados y municipios.
Por lo pronto, los bajos ingresos del Gobierno tampoco son suficientes para realizar todos los proyectos de infraestructura que prometió el Presidente electo Enrique Peña Nieto, enfatizó Villarreal.
Del total de promesas de campaña, más de tres cuartas partes se refieren a proyectos de infraestructura, cuya realización será muy complicada sin mayores ingresos o sin una reasignación de recursos presupuestales, agregó Sunny Villa, investigadora del CIEP.
En este sexenio, detalló, la inversión anual promedio en proyectos de infraestructura fue 2.2 por ciento del PIB y a pesar de su importancia aún hay proyectos con atrasos importantes.
Dados los proyectos planteados por el próximo Gobierno, la recaudación tributaria como porcentaje del PIB tendría que aumentar unos 8 o 10 puntos en el sexenio entrante si es que se pretenden realizar proyectos sin presionar demasiado las finanzas publicas, añadió Villarreal.
“Sin una reforma fiscal el siguiente Gobierno será uno de buenas acciones, pero con poca capacidad de acción”, subrayó.
Entre sus propuestas más difundidas en su plataforma de campaña, Enrique Peña Nieto propuso construir un sistema de seguridad social universal que comprenda acceso a servicios de salud, pensión para la vejez, seguros de desempleo y seguro de riesgos de trabajo.
Esta pensión sería financiada por impuestos generales obtenidos a través de una reforma fiscal, cuyo contenido no se ha precisado