CNN Expansión – 24 de Marzo del 2015
Expertos advierten poco margen de maniobra de Hacienda para hacer eficiente su gasto; el costo de deuda, pago de pensiones y la seguridad social representan gran parte del presupuesto
El Gobierno federal tiene un reto importante para construir el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016 base cero, pues a pesar de ser una iniciativa positiva, el Estado tiene compromisos ineludibles que le dejan un margen de acción limitado, adviertieron especialistas.
México tiene obligaciones financieras inevitables, como el costo financiero de la deuda pública, el pago de pensiones, seguridad social, entre otros, que en los últimos años han representado cerca del 70% del gasto público cada año.
“Queda entre el 27% y 28% con el que se puede revisar y ver los programas que se pueden hacer más eficientes o recortar. Hacienda tiene gente muy capaz para este trabajo, pero cuenta con poco tiempo”, comentó la investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Sunny Villa.
En 2014, el gasto por pensiones sumó 455,326 millones de pesos (mdp), mientras que el costo financiero del sector público presupuestario fue de 346,015 mdp.
Un presupuesto base cero consiste en una metodología de planeación que trata de reevaluar cada año todos los programas y gastos, basado únicamente en las expectativas para el año siguiente, sin referencias a los anteriores.
El PEF para 2015 aumentó 1.2% a tasa real (209,000 mdp) en comparación a 2014 y originalmente destina el 78% para gasto programable, es decir 3.669 billones de pesos (bdp) de un total de 4.695 bdp.
El director general del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), Enrique Cárdenas, comentó que la elaboración del nuevo presupuesto es una iniciativa positiva, sin embargo, no resolverá todos los problemas de las finanzas públicas en un entorno de bajos precios del petróleo, que aportan el 33% de los ingresos públicos.
Instituciones como Goldman Sachs o Bank of America han advertido que los precios del crudo referencial WTI aún pueden caer hasta los 30 dólares por barril, para después estabilizarse en los 55 dpb, muy lejos de los 107 dólares en los que cotizó el año pasado.
El secretario de Hacienda Luis Videgaray, ha señalado que se requiere identificar las áreas que representan duplicidades, programas que no cumplen con sus propósitos, que no tienen los niveles de rentabilidad social que las evaluaciones exigen que tengan, o que tienen impactos regresivos en materia de distribución del ingreso y la riqueza para estructurar este PEF.
“Primero se debe elaborar una radiografía de cómo se gasta pero si el monitoreo y la evaluación funcionarán correctamente estaría claro que programas pueden recortarse o cerrarse”, detalló la directora general de México Evalúa, Edna Jaime.
Agregó que en el caso de la educación, con información del Censo Educativo levantado por el INEGI, quedan al descubierto serios problemas en la administración de la nómina docente-administrativa de educación básica, con implicaciones presupuestales de hasta 35,000 millones de pesos (mdp) cada año, por lo que hay rubros en los que está claro de dónde se puede cortar sin afectar.
“La evaluación en teoría debe de existir porque hay un presupuesto basado en resultados, pero es deficiente”, dijo Edna Jaime.
Los especialistas coincidieron en que la reingeniería del PEF representa un buen ejercicio y ayuda a incurrir en una menor deuda, no obstante, el Gobierno debe realizar una revisión integral y responsable para garantizar la mayor eficiencia del gasto público.
